Nuestro proceso de diseño en Hey comienza con la entrega de stylescapes (o moodboards). Luego de haber conversado intensamente con el cliente y aprobado el brief en Hey entregamos lo que llamamos stylescapes (o moodboards) ANTES de empezar a diseñar cualquier marca o logo.
Para entendernos mejor, un stylescape es un entregable de diseño que nos ayuda a presentar el lenguaje visual de un proyecto. Consiste en la colección de imágenes, texturas, tipografías, colores, formas y -dependiendo del caso- interfaces y logos. Es un moodboard en esteroides.
A la larga es más corto
Todo proyecto comienza con una intensa sesión de descubrimiento con nuestro cliente; una conversación profunda donde levantamos más información acerca del negocio, su proposito, su cliente objetivo y qué ideas tiene para su marca. Este workshop (o sesión de descubrimiento) culmina en un brief que debe ser aprobado por el cliente para comenzar las tareas de diseño.
Lamentablemente aún no sabemos leer mentes. Por lo mismo cuando el cliente describe su idea como “moderna” o “llamativa” cada uno de los que está sentado a la mesa está pensando algo diferente. Miremos el ejemplo a continuación:
Hiperatención es el proyecto de una psicóloga chilena especializada en TDAH (comúnmente conocido como Déficit Atencional). La idea era generar una marca que celebrara aquello que hace únicas a las personas neuro-diversas bajo una estética colorida, vibrante y llamativa dado que suelen, además, ser personas que cambian rápidamente su foco de atención y sientes especial preferencia por la adrenalina.
Colorida. Vibrante. Llamativa… ¿Qué colores? ¿Llamativa cómo?
Presentamos dos stylescapes que pueden parecer muy diferentes entre sí pero que a su vez ambos cumplen en representar los conceptos elegidos. De esta manera el cliente puede ver diferentes caminos y opciones de look & feel y seleccionar aquella que le haga más sentido en línea a lo que buscaba.
Los stylescapes nos permiten alinear visiones
El stylescape o moodboard nos permite alinear visiones con nuestros clientes disminuyendo la brecha entre lo que se dice y lo que se quería decir.
Una vez seleccionado y aprobado el camino a seguir podemos continuar con nuestro proceso de diseño y comenzar a desarrollar las primeras propuestas concretas. Ésto le permite al cliente ser parte del proceso de diseño, involucrarse y emocionarse con el resultado final.